domingo, 6 de septiembre de 2015

Comfort Hotel en Bergen


Nuestra primera noche en Bergen la pasamos en el Comfort Hotel, en Strandgaten 190, a 5 minutos del muelle y el famoso Fisketorget y a unos 15 minutos de la estación. Aunque se puede reservar a través de Booking, nosotros lo hicimos en su propia web ya que en Booking no había disponibilidad para ese día. De hecho, los hoteles que habíamos encontrado en Booking por un precio similar para esa noche o la habitación era con baño compartido o no tenían desayuno, por lo que al encontrar este con ambas cosas nos decidimos enseguida. Además nos ofrecían cancelación gratuita, por lo que no perdíamos esta ventaja que suele ofrecer Booking.

En Noruega en general el alojamiento es bastante caro, salvo en campings o algunas raras excepciones que como es lógico suelen agotarse pronto. Aquí la habitación doble nos costó 749 NOK (85 €), de lo más barato que encontramos por el centro,y la verdad es que fue un gran acierto. El hotel estaba en buen estado, nos atendieron muy bien y la habitación era grande y cómoda.




Habíamos reservado una habitación doble estándar, que resultó estar en una de las plantas superiores, por lo que teníamos buenas vistas de la colina de Floyen, donde sube el famoso funicular Floibanen.




La habitación, de unos 20 metros cuadrados, contaba con una cama doble grande con 2 edredones nórdicos y varios almohadones. Al entrar a  mano izquierda se encontraba el lavabo con las toallas y un pequeño secador de pelo que me vino muy bien, ya que sería uno de los dos únicos alojamientos en todo el viaje donde tuvimos. Al fondo tras una puerta estaban el retrete y la ducha, sencillo pero en buenas condiciones. La habitación disponía además de escritorio, televisión, un pequeño armario y había wifi gratuito.



El precio de la habitación incluía además desayuno buffet entre las 6:30 y las 9:30. Bajamos sobre las 8 y comprobamos que había bastante gente hospedada en el hotel. El comedor está junto a la recepción y hay muchas mesas de distintos tamaños. En un lateral se encuentra la zona del buffet, con distintos tipos de pan, embutido, fruta, yogures, cereales, etc. Para beber hay zumos de un par de sabores, té, leche y café. Lo que no había apenas era bollería, en general escaseaba el dulce. El desayuno en general podría estar mejor o tener más variedad pero lo cierto es que es abundante, están reponiendo constantemente y es raro quedarse con hambre.


Nos había llamado la atención la tarde anterior que el local era por la noche un restaurante méxicano-español, el Chilli Bar & Restaurant, de ahí la decoración y que la carta que había fuera del edificio estuviera en español. De hecho estuvimos tentados de cenar allí, ya que los precios no eran excesivamente caros, pero finalmente nos decantamos por el Fisketorget durante nuestro paseo por Bryggen.



En conjunto, el resultado fue bastante bueno y quedamos muy contentos con el hotel, muy buena relación calidad - precio dentro de lo que habíamos visto por internet en el centro de Bergen.


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